Cocina polaca: características y platos

🕗 6 minutos | 1 de agosto de 2024 | Redacción Klara Krysiak

La cocina polaca moderna es considerada por los turistas extranjeros una de las más sabrosas de Europa. Es variada y opulenta, cualidades que se deben a la hospitalidad polaca y al aprecio por las comidas familiares. Los sabores polacos se derivan de distintas tradiciones culinarias, lo que está relacionado con la turbulenta historia del país, incluidas las deportaciones de la población tras los cambios de fronteras.

Lee también

• ¿Dónde ir de vacaciones en Polonia?
• Recorre Polonia tras las huellas de Fryderyk Chopin

¿Qué comen los polacos? ¿Qué platos tradicionales polacos merece la pena recomendar a los extranjeros? En esta parte del artículo presentamos las tradiciones culinarias polacas y describimos los platos, aperitivos y postres más populares.  

Los polacos comen mucha carne, tanto para cenar como para picar. Las provisiones secas se basan en diversos tipos de pan y embutidos: horneados, cocidos o ahumados. En las zonas rurales, muchos hogares siguen elaborando embutidos según recetas transmitidas por generaciones anteriores. Muchas amas de casa saben hornear delicioso pan de masa fermentada con distintos tipos de harina, a menudo con hierbas y semillas añadidas.

Las tradiciones culinarias polacas también incluyen las clásicas sopas polacas, nutritivas y saludables, a base de caldos de ave y verduras. Las más populares son: el caldo, la sopa de tomate, la sopa de pepino encurtido, la sopa de guisantes, el borscht rojo y el żurek con salchicha blanca.

Muchas familias polacas cultivan sus propios huertos con hortalizas y tienen pequeños huertos con fruta junto a la casa. Además, los habitantes de las ciudades suelen alquilar huertos con parterres de hortalizas o traen verduras y frutas de familiares del campo.

Los sabores polacos también incluyen conservas caseras, como pepinos encurtidos, chucrut, verduras encurtidas en escabeche agridulce, así como mermeladas y compotas de frutas. A menudo se elaboran con productos cultivados en el propio huerto, en la huerta o comprados en el mercado.

Aunque nos gusta celebrar las fiestas por todo lo alto, en el día a día nos gusta simplificar la preparación de las comidas y limitar la compra a lo esencial. Aprovechamos las patatas sobrantes para hacer albóndigas de patata o fideos silesianos, y utilizamos el caldo sobrante para hacer sopa de tomate. Picamos la carne del caldo y la rellenamos en albóndigas o hacemos croquetas. La pasta y las sobras de embutido de la nevera son una base estupenda para un guiso.

Cabe señalar que las comidas de una familia polaca tienen un aspecto y un sabor diferentes los días festivos, en comparación con el resto de la semana. Una cena dominical típica de una familia polaca consta de dos platos y un postre. El primer plato suele consistir en caldo de ave, mientras que el segundo son chuletas de cerdo con patatas y ensalada de verduras. A continuación, el postre es una tarta obligatoria, como la tarta de queso, la tarta de manzana o el bizcocho con nata y fruta.

Las comidas de la semana son ligeramente diferentes. Las amas de casa atareadas suelen utilizar productos semi acabados comprados en la tienda. Por ejemplo, verduras congeladas para la sartén y albóndigas congeladas. Las comidas que pueden prepararse rápidamente al volver del trabajo incluyen espaguetis con salsa o estofado de pollo con verduras y trigo sarraceno, cebada perlada o cuscús. También se recurre cada vez más al catering y se piden pizzas para llevar. Es una señal de que la cocina polaca evoluciona constantemente y se inspira en las tradiciones occidentales.

La tradición en la cocina polaca se aprecia sobre todo durante las grandes fiestas religiosas. Las mesas rebosan de comida, y los platos de Nochebuena son una especialidad de nuestras abuelas. En Pascua y Navidad se hornea carne y paté, se cuecen callos y se prepara ensalada de verduras. Los platos principales incluyen sopas polacas clásicas, pato con manzanas, pavo asado o lomo de cerdo en salsa de rebozuelos. También son obligatorios varios pasteles.

Cada vez prestamos más atención a comer alimentos sanos y nutritivos. Cada año son más los polacos que optan por comidas vegetarianas y veganas. Están cambiando las creencias, la concienciación, pero también el respeto por el medioambiente y los animales. Además, muchos extranjeros se instalan en nuestro país e introducen sus hábitos culinarios. En todas las ciudades, además de las delicias de la cocina polaca, hay restaurantes italianos, balcánicos y asiáticos.

Los platos tradicionales que clasificamos como cocina polaca son:

• caldo de gallina de campo con carne de vacuno y una gran ración de verduras italianas, servido con pasta hecha a mano o pasta de la tienda,
  
• callos, que es una sopa polaca grasa hecha de intestinos de cerdo con caldo de ternera y ave,
  
• chuletas de cerdo rebozadas en harina, huevo y pan rallado, servidas con patatas asadas y ensalada de verduras,
• chuletas de carne picada con migas de pan empapadas en leche, huevos y especias, servidas con patatas cocidas y muselina de pepino fresco,
• bigos tradicionales polacos a base de chucrut con carnes asadas,
• col joven frita en mantequilla con zanahorias y eneldo,
• gołąbki, que es carne picada polaca envuelta en una hoja de col, servida con
• salsa de tomate,
• morcilla.

La cocina polaca contemporánea varía de una región a otra. Estas diferencias son el resultado de los movimientos de población y las tradiciones heredadas de antepasados que se remontan a las Particiones. Además, algunas regiones tienen sus propias costumbres culinarias y productos regionales.

• Cocina de Silesia: en Silesia es popular el matambre, servido con albóndigas silesianas y ensalada de lombarda.
• Cocina de Podhale: en Podhale, kwaśnica, es decir, sopa polaca de chucrut con costillas ahumadas, así como gulash de cordero o carnero, y oscypek con arándanos como tentempié.
• Cocina de Lublin: la región de Lublin es famosa por el forszmak, un plato de una sola olla a base de carnes ahumadas, pimientos, tomates y pepinos encurtidos, al que se añaden setas secas y concentrado de tomate.
• Cocina tradicional de Masovia: en la cocina de Masovia predominan los regalos del bosque, es decir, caza, setas, bayas y arándanos.
• Cocina de Gran Polonia: en Gran Polonia se come pyry z gzikiem, es decir, patatas cocidas o asadas en uniforme con requesón picante.
• Cocina de Pomerania: en Żuławy son populares la sopa de cangrejos de río, el esturión asado y la sopa de albóndigas con alcaparras.
• Cocina podkárpata: entre los platos tradicionales de la región de Podkarpacie figuran la poliwka, es decir, sopa agria blanca con caldo de centeno, y la szpykaczka con haluszki -fideos grises de patata rallada con gulasch de cerdo-.
• Cocina fronteriza: está vinculada a las regiones de la antigua República de Polonia y se basa en verduras frescas, carne y hierbas. Entre los manjares típicos de la cocina fronteriza polaca destacan los pierogi, la babka de patata y las tortitas de patata.
• La cocina de Warmia y Mazury: se distingue por su sencillez y el uso de ingredientes locales como pescado, setas y frutas silvestres. Entre los platos famosos de la cocina de Warmia y Masuria figuran las sopas de pescado, los pepinos en vinagre y los pierogi.
• Cocina de las tierras altas: se asocia a las regiones montañosas y es famosa por sus platos contundentes, a menudo a base de queso y carne. Las especialidades de la cocina de montaña polaca son el oscypek, la kwaśnica y las tortitas de col.

En casi todos los hogares se hornea (o se compra) un pastel antes del fin de semana. Una porción de tarta es el acompañamiento indispensable del café y el postre después de la cena. Los invitados inesperados también son agasajados con tarta. Las tartas polacas más populares son varias tartas de queso hechas con requesón, tarta de manzana en masa quebrada, bizcochos con puré y tartas con fruta.

El alcohol en la mesa polaca es principalmente vodka y licores. En muchos hogares se preparan tinturas de frutas o hierbas con alcohol. Era tradición polaca hacer alcohol ilegal con patatas o levadura. Hasta hoy, esta costumbre ha sobrevivido en muchas regiones. También se bebe mucha cerveza, sobre todo en fiestas al aire libre o viendo juntos partidos deportivos en la televisión.

Aunque, para muchos representantes de las generaciones mayores que viven hoy en día, la cena no puede prescindir de una ración de carne. Tradicionalmente, la cocina polaca era una cocina vegana, más tarde vegetariana.

En el pasado, la carne solo se comía en las cortes reales, mientras que el resto de la sociedad, tenía la oportunidad de comerla principalmente con motivo de fiestas y acontecimientos importantes. Así, a lo largo de los años, se han creado muchas recetas que no contienen carne y que, al mismo tiempo, saben muy bien. Al fin y al cabo, ¡la necesidad es la madre de la invención!

Los pierogis llegaron a la cocina polaca alrededor del siglo XIII y su concepto se originó en China. En Polonia adoptaron una forma diferente y se han convertido en un clásico de la cocina local. Los pierogis se rellenan de diversas formas. Los más populares son los vegetarianos, con chucrut y setas (que se comen tradicionalmente en Nochebuena), y con patatas y queso blanco (llamados pierogi ruskie, nombre que procede de la zona de la que son originarios, Rutenia Roja). Los dumplings vegetarianos también se hacen dulces con fruta. Los más populares son los de fresas, que se cultivan en Polonia.

Hay platos que tradicionalmente se presentan con y sin carne. Un ejemplo son gołąbki, que se generalizó en Europa oriental y central, donde se solía cultivar la col. Gołąbki no son más que diversos tipos de relleno envueltos en hojas de col y servidos con salsa de tomate. Al igual que los dumplings, los rollos de col rellenos pueden encontrarse en diversas variantes. Gołąbki jarskie llevan principalmente grañones y setas, el resto de ingredientes depende de la región en la que te encuentres.

Otro plato muy popular de la cocina vegetariana polaca son los krokiety, que suelen servirse con sopa de remolacha roja. Los krokiety son tortitas empanadas y fritas rellenas, normalmente de col y setas.

Si busca platos vegetarianos polacos, pruebe también los platos de patata más populares, como kluski, kopytka o tortitas de patata. Estos platos pueden comerse dulces con azúcar o secos con salsa de setas.